Toda la vida he tenido una cierta dificultad a la hora de presentarme. Mi nombre? Mis gustos? Mi lugar de nacimiento? Mi profesión? Sí! Son cosas que pueden darte una breve -o brevísima- introducción acerca de mí; pero creo que soy mucho más que eso. Somos muchos más que eso.
Laura Cadavid fue el nombre que escogí en esta vida, y en un verano de 1991 entré en este plano físico.
Desde que tengo uso de razón, recuerdo sentir que no pertenezco a este mundo; y sin duda, ese ha sido uno de mis grandes aprendizajes: la adaptabilidad… aprender a florecer donde sea que la vida me ponga!
En el colegio fui una niña académicamente excelente, pero emocionalmente era «insuficiente». Me costaba aceptar el mundo tal como es, y sufría profundamente por sentirme aislada e incomprendida. Sin embargo, esa incomodad fue la que me llevó a cuestionarme desde muy pequeña, cosas profundas e inusuales para la mentalidad de un niño; y eso fue lo que después se convirtió en mi gran tesoro, pues sin saberlo, a una muy corta edad empecé mi viaje al fondo del corazón… el camino del autoconocimiento y la consciencia.
Hoy puedo decir que mi capacidad de amor incondicional es un músculo que tengo muy fortalecido, no porque todo haya sido fácil; sino justamente por todas esas experiencias que tanto me incomodaron en su momento, y que fueron esculpiendo el diamante que había en mí.
Por tanto puedo decir, que además de Diseñadora Gráfica, Maestra de meditación, emprendedora y todos mis roles, gustos y etiquetas; soy un alma libre que se disfruta el camino de evolución! Pues comprendí que el sufrimiento es innecesario, y que la vida es un juego muy divertido con el cual no necesito identificarme, porque mi única verdad es la esencia amorosa y luminosa. De resto nada es eterno.
Soy una agente del amor comprometida con poner al servicio del mundo mis dones y mi vida, para lograr exitosamente la transición planetaria en la que nos encontramos. Soy gestora del cambio y creadora de una nueva realidad en sintonía con el amor. Una realidad en la que todos trabajemos juntos por el bien común, en la que convivamos armoniosamente, no sólo entre humanos, sino con todos nuestros hermanos del reino mineral, vegetal y animal… una realidad en la que la consciencia de amor esté presente en todos los seres que habitamos el planeta.
Estoy aquí para servirte, y para invitarte a ser parte de este ejército de agentes del amor.
Te amo,